Un muerto en un choque en la ruta 227
La víctima fatal, Raúl Enrique Díaz (67) conducía una camioneta, era contratista rural y se domiciliaba en Quequén. Las otras dos personas lesionadas también viajaban en una camioneta
Un contratista rural domiciliado en Quequén falleció ayer debido a las graves heridas sufridas al protagonizar con su camioneta un choque frontal en la ruta provincial 227, a unos 15 kilómetros, aproximadamente, de esa vecina ciudad.
En el otro rodado involucrado, también una camioneta, viajaban dos hombres (padre e hijo) que resultaron con heridas y golpes en distintas partes del cuerpo.
La víctima fatal, Raúl Enrique Díaz, más conocido como “Quique”, tenía 67 años y se trasladaba a un campo situado en las cercanías de donde ocurrió la tragedia en la mañana de ayer, en medio de una densa neblina en ese sector de la carretera.
Las otras dos personas lesionadas, Juan Isola (77) y Marcelo Isola (38), ambos del barrio de Saavedra, en la Capital Federal, fueron internadas en el Hospital Municipal Ferreyra, donde recibieron las curaciones del caso y exámenes médicos correspondientes.
Se instruyeron actuaciones judiciales caratuladas como “homicidio culposo” y “lesiones culposas”, con intervención de la Ayudantía Fiscal de Lobería y la Fiscalía Nº 1, a cargo de José Luis Cipolletti.
Impacto frontal
El trágico accidente se produjo sobre la ruta 227, alrededor de las 7.30, en un sector de recta y a unos 15 kilómetros del acceso a Quequén, a la altura de un cruce con un camino de tierra que conduce al balneario Arenas Verdes.
Impactaron de manera frontal los dos vehículos de importante porte. Una camioneta marca Volkswagen modelo Amarok de color blanco, dominio AA221, y otra camioneta marca Ford modelo F-100 XL de color azul, patente DDF-726.
El conductor de la Ford, Raúl Enrique Díaz, falleció luego del tremendo choque y los ocupantes del otro rodado, Juan y Marcelo Isola, padre e hijo, fueron rescatados entre los hierros retorcidos.
De acuerdo con la información suministrada por fuentes policiales y judiciales, Díaz circulaba con su camioneta en dirección a Lobería, mientras que el otro rodado lo hacía hacia nuestra ciudad.
En el lugar del hecho trabajaron Bomberos de Quequén y de Lobería, personal de la Policía Científica, División Tránsito y Defensa Civil de la Municipalidad, y agentes del Destacamento de Seguridad Vial de Quequén, quienes iniciaron las primeras actuaciones legales.
Asimismo, el personal de emergencias del Hospital Municipal Ferreyra con ambulancias para derivar a los dos lesionados.
Densa neblina
Fuentes consultadas aseguraron que la visibilidad era muy reducida en esas horas en ese lugar de la ruta provincial 227, dado a que no se veía nada a más de ciento cincuenta metros.
En la carretera que une las ciudades de Quequén con Lobería, se produjo una fila de vehículos (especialmente, camiones) a lo largo de varios kilómetros que obligó al personal policial a realizar controles durante un par de horas.
Asimismo, la ruta estuvo interrumpida al tránsito normal hasta que se hicieron las pericias de rigor y se retiraron ambas camionetas de la posición en la que terminaron luego del tremendo choque frontal.
Recién después de las 9.30 de ayer, se empezó a observar nuevamente la circulación de rodados por la ruta y en particular el desplazamiento de unidades de carga que se dirigían al Puerto de Quequén y a distintas plantas de acopio de cereales y oleaginosas.
El último adiós al vecino de Quequén
Los restos de Raúl Enrique “Quique” Díaz serán sepultados hoy a las 10, en el cementerio municipal de Quequén.
Díaz se dedicaba junto a su hermano y demás integrantes de la familia a realizar tareas como contratista rural y ayer, precisamente, como casi todas las mañanas, viajaba a un campo de las cercanías de donde ocurrió el luctuoso episodio.
Raúl Díaz residía en una vivienda de la calle 545 al 3700, de Quequén, y era padre de cuatro hijos, tres mujeres y un varón.