Una industria local que quedó en el recuerdo
A mediados de la década del 60, la fábrica Sur-Lac iniciaba la producción de leche en sachet en su planta ubicada en Quequén. La empresa pretendía revolucionar la comercialización en una amplia región. Sin embargo los vaivenes de la economía en la Argentina frustrarían el objetivo
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Hasta la década del 70, se fabricaban en nuestra ciudad diversos productos de uso cotidiano. La mayoría de los comestibles de uso por parte de las familias residentes provenían de nuestro distrito o de localidades cercanas. Tal vez porque no existían los equipos de refrigeración actuales y no era posible transportar los alimentos a grandes distancias sin que peligrara su calidad.
La leche que a principios del siglo XX repartía el lechero y que generalmente salía de la vaca al tarro y de allí al consumidor, sin ningún proceso intermedio, comenzó a ser producida masivamente en nuestra ciudad a partir de la instalación de industrias locales.
Una de esas fábricas fue la instalada por la firma Sur-Lac en Quequén. La
planta comenzó a funcionar en los primeros días de diciembre de 1964, en un predio ubicado sobre la ruta 221.
Hasta ese momento era común la compra de leche suelta, pero con la
instalación de Sur-Lac, lentamente los hábitos de los necochenses comenzaron a cambiar.
El sachet de leche producido en Quequén era el resultado del proceso de
pasteurización, estandarización y homogeneización de la leche y aseguraba, además de higiene, un producto que conservaba su
poder nutritivo.
Inversión de cuantía
El directorio inicial de la firma Sur-Lac estuvo integrado por Luis Bork y Lucas Cendoya.
La empresa se ponía llevar a la práctica una idea de Lucas y Alberto Cendoya, dos antiguos ganaderos de Quequén, que pretendían modernizar la venta de leche, industrializar el producto y mejorar su calidad e higiene.
EI 1 de octubre de 1961 la firma Sur Lac adquirió en un remate una quinta de 63.237 metros cuadrados de superficie, incluyendo 3.500 metros cubiertos, en el kilómetro 10 de la ruta 227.
Luego de pagar 2.500.000 pesos por la quinta, la firma realizó una importante inversión en máquinas nacionales eimportadas.
Se adquirió una máquina Zupack, envasadora electrónica que producía 3.600 sachet por hora.
También se compraron máquinas a la firma danesa Christensen y Thomsen. Estos equipos y tuberias eran de acero inoxidable y el montaje estuvo a cargo del ingeniero Tang, con quien colaboro el técnico Otto Hansen.
El diseño de la planta fue del ingeniero Erhard Pedersen, que vivía en Suecia y la obra edilicia estuvo a cargo del constructor Pascual Cambaberi.
Por su parte, la instalación eléctrica, transformadores y tableros los efectuó a firma Giacomozzi, Soldavini y Compañía de San Cayetano.
La caldera, instalada por Juan Deiz, era copia fiel de una sueca que trabajaba con un solo tubo, y aseguraba un rendimiento mayor al de cualquier otra.
Equipos de frio y conservación, lavadoras. de tarros, máquina pasteurizadora, homogeneižadora, todas eran parte de un delicado proceso hasta llegar al envasado y tenían la particularidad de ser automáticos o semiautomáticos por lo que el hombre solo intervenía manejando los controles.
Industria
Detrás de la marca Sur-Lac se encontraba la firma Unión Productores e Industrializadores de Leche SAlyC. El directorio de la empresa estaba integrado por Lucas Cendoya, presidente; Carlos Galo Llorente, Alberto Juan Bautista Caraffo y Lucas Bork, eran sus o directores titulares. Mientras que José Nemesio Cendoya, Francisco Fernández Candia actuaban como directores suplentes.
Oscar F. García Vuela, síndico titular y suplente, Diego Joaquín Ibarbia.
La producción de Sur-Lac permitía abastecer a Necochea, Quequén y otras
localidades vecinas. Por ello se convirtió rápidamente en una industria de alcance. En aquellos años el litro de leche costaba S16,50.
Expansión y caída
Quince años después, a fines de 1979, la empresa inició un proceso de expansión con el objetivo de producir leche descremada, ricota en potes, flan, manteca, queso barra a sus tradicionales productos como leche,
crema, dulce de leche, yogures naturales y frutados, queso de postre, pategrás, de rallar y ricota industrial.
En esa nueva etapa, Bernardo A. Uhart fue el presidente del directorio y se habían sumado Agustín D Elía, Mario Premrou e Hildebrando Escandón, todos hombres conocidos en Necochea y zona. De los socios
fundadores de la firma sólo había quedado José Cendoya.
Las aspiraciones empresarias eran abarcar una mayor área de comercialización, como San Cayetano, Gonzales Chaves, Tres Arroyos, Bahía Blanca y Benito Juárez, entre otras.
Eso era posible porque la firma Sur-Lac ya producía 20.000 litros diarios de leche y si la demanda aumentaba era capaz de alcanzar los 25.000 litros.
Pero al igual que otras industrias locales, Sur-Lac también sería víctima de los vaivenes de la economía nacional.
En la actualidad aquella innovadora empresa local sólo permanece en el recuerdo de quienes crecieron consumiendo productos Sur-Lac./