Una conciencia colectiva que con el paso del tiempo es una “ola que no para de crecer”
La sociedad comprendió que el uso de fuegos artificiales afecta a mucha gente
La cultura del ruido, de comprar, acopiar y buscar la pirotecnia qué más genere explosión ha ido retrocediendo en nuestra ciudad, por la lucha de muchas familias que tienen niños, niñas, adultos y adultos mayores con autismo. Las políticas de salud pública a nivel nacional, provincial y municipal, más la prohibición en Necochea de poder comercializar esta clase de productos, hizo que la gente cada vez más tomara conciencia de lo que termina generando este tipo de explosiones.
Luciana García Torres, mamá de Tiziano, es una de las tantas madres activistas por este tipo de causas. Su hijo padece TEA, y cuando llega este tipo de fachas para nada resulta fácil, ya que los nenes y nenas que padecen Trastorno del Espectro Autista suelen ser muy estructurados. “Ellos tienen bastante rigidez en sus comportamientos o en sus rutinas, entonces ya de por sí se les genera una desorganización, que hacen que se predispongan de diferente manera. Por eso seguimos con la misma rutina, porque cualquier cosa que se cambie a ellos les afecta”.
Sí a la cuestión descripta por Luciana, le agregamos el tema de los fuegos artificiales hace que para estas personas sea verdaderamente una odisea.
La difícil tarea de la contención
Para tomar real dimensión de lo que significa o lo que generan estas explosiones en personas autistas, bien lo explicó la entrevistada en “Desde Temprano” por Ecos radio: “Todas estas personas lo que tiene es, que en su cerebro no pueden filtrar estímulos. Entonces, cuando escuchan lo hacen todo a un mismo nivel, ya sea el ruido de un pájaro, una canción o una persona hablando. Imaginensé lo que significa para ellos todo tipo de estruendos, juntos y no saber de dónde vienen”, para graficarlo crudamente, García Torres describió diciendo que “es como estar en una trinchera de una guerra y no entender de dónde vienen los misiles”.
La gran pregunta que muchos nos hacemos, es cómo hacen estas familias para contenerlos, y allí nos vamos a centrar en el relato de esta madre. “Yo he pasado Navidad con mi hijo en una hamaca y auriculares para que se pueda regular (tranquilizar). A mi hijo le encanta ver las luces, pero los sonidos le genera un gran nerviosismo, que vos sentís que el corazón se le sale, que se le va a explotar”, contó Luciana, al tiempo que comentó, con crudeza, lo que otras pares han tenido que hacer: “Conozco mamás que se han tenido que ir al campo con sus hijos para poder pasarlo más tranquila, o que su nene la pasaba en el baño, donde tanto él, como ella terminaban lastimados, porque no lo podía controlar, se ponía agresivo”.
Mascotas afectadas
Además de los seres humanos, los estruendosos ruidos que provocan las explosions de los fuegos de artificio repercuten de enorme manera en los perros, que poseen oidos más que sensibles y que se desesperan ante las explosiones, escondiéndose, tomando actitudes agresivas, golpeándose contra las paredes y hasta huyendo de sus hogares. Está comprobado que las noches de las fiestas es cuando se han extraviado más mascotas que han huido de sus hogares.
Es común que quienes posean animales les apliquen gotas veterinarias para tranquilzarlos y que no sufran las consecuencias.
Prohibición de venta y control
Hace ocho años la política necochense dio un paso muy importante al haberse aprobado por ordenanza, en el Concejo Deliberante, la prohibición “de fabricación, venta, tenencia, guarda, acopio, depósito, venta o cualquier otra modalidad de comercialización de elementos de pirotecnia, cohetería, tanto mayorista como minorista”. Esto es lo que quedó redactado en el artículo 1 de la normativa local 8548/15.
A pesar de estar prohibidos, a veces, los controles no son del 100% efectivos, dado la inmensa cantidad de comercios que existen el distrito, pero además los que llegado a estas fechas lo hacen de manera informal en la vía pública, ni que hablar de aquellos que han encontrado la vuelta y comercializan por redes sociales.
Más allá de esto, en la actualidad, existe una gran conciencia ciudadana que se puede disfrutar de un buen espectáculos de luces sin sonidos, y en el mejor de los casos quienes educan, empezando por casa, de no comprar más todo lo que son fuegos artificiales con ruidos que terminan perjudicando a un conjunto de la sociedad.///
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