¿Qué somos turísticamente, qué debemos mejorar y cuál es esa Necochea que aún sueñan algunos?
La opinión de varios prestadores sobre el futuro de Necochea
Ya en otros capítulos de nuestras vidas y de textos periodísticos dejamos de discutir sí somos una cosa o la otra, más claro: Si somos una ciudad productiva o turística, como sí la segunda no lo fuera, o entendiendo que no tiene importancia para una gran porción de la ciudad, y cómo sí además de ella no dependiera la suerte de muchos durante lo que resta del año.
Ahora hay que seguir avanzando y empezar a pensar en qué es Necochea ¿Somos una ciudad con turismo o somos una ciudad turística? ¿Estamos preparados para enamorar desde otro punto que no sean las bellezas naturales? ¿Cuánto influye recrear imaginarios sociales a través de la estética del lugar para atraer más gente? Preguntas que fueron respondiendo actores que hacen a la economía del turismo, dejando en claro algunos conceptos, haciendo autocrítica y también soñando con mejorar al distrito de las mejores playas de la Argentina.
“Somos una ciudad turística”
Para Jorgelina Cases Mazzina, licenciada en turismo, con experiencia en el ámbito privado, como así también el Estado, hay una cuestión qué se deben preguntar aquellos que tienen responsabilidades en la ciudad ¿Somos una ciudad con turismo o turística? Ella no tiene dudas y afirma que Necochea “es una ciudad turística, totalmente estacional en mi entender, de verano, marcada por las condiciones naturales que tenemos como son nuestras playas, que son divinas. Dicha época es la más fuerte, aunque existen actividades que se llevan a cabo durante todo el año como son el surf, el kitesurf, y mil cuestiones más que aún hay que desarrollarlas. Estaría buenísimo que se impongan cada vez más durante todo el año, con campeonatos y torneos, sería un golazo, pero en este momento somos una ciudad turística estacional basada en la naturaleza, con condiciones únicas como son el río Quequén, donde tenemos la conexión con el mar y el puerto, más todo lo que tiene que ver con el Parque Miguel Lillo, donde se pueden realizar un montón de cosas copadas”.
Uno de los puntos críticos que antes existían, pasaban por qué hacer cuándo los días no eran tan buenos para disfrutar de la playa y el mar, cuestión que para Jorgelina ha quedado zanjada. “Hoy tenemos un montón de opciones, una de ellas es el lago de los cisnes, por ejemplo, pero también poder recorrer nuestro gran parque, la costa del río hasta las cascadas”.
Para quien se formó como licenciada en turismo “todavía hay un montón de cosas por hacer, aunque desde hace un tiempo hasta esta parte se hicieron muchas”, pero ella aún insiste en qué se debe contestar una pregunta, para de esa manera avanzar con un norte bien claro: “se debe definir sí Necochea es una “ciudad turística” o es una “ciudad con turismo”. Esa es una de las bases. En mi entender somos una ciudad con turismo, con un fuerte perfil que es la temporada estival y que está marcada por el clima”.
Cases que tuvo su paso por el Entur, cree que esta herramienta es fundamental para justamente sea utilizada en pos de ayudar al desarrollo turístico del distrito, y no solo de la ciudad, ya que manifestó que “hay que integrar las localidades del interior, con el turismo rural, lo mismo que sucede con el turismo de termas y además hacer fuerte todo lo que tiene que ver con el desarrollo de deportes alternativos como el mountain bike, kayakismo, carreras de running, kitesurf. Hay que potenciar todos estas disciplinas, porque están como medio aisladas”.
“Siempre me quedó con una frase que se dice que “Necochea es un diamante en bruto, porque las personas cuando descubren lugares que no están muy desarrollados, de lo que es el circuito turístico actual, se quedan maravillados. Hay que cuidar la playa, sumar muchas más acciones para seguir preservándola. Todo esto va a ayudar a que el turismo cada vez más elija neco y a su vez se va a crear un bienestar para la comunidad, porque ese además debe ser uno de los objetivos, que el ciudadano, también esté cada vez mejor”
“Nos falta una formación gastronómica”
“Lucho” Cambareri es un comerciante dedicado a la gastronomía, pero a su vez es cheff y conoce bien el paño de dicho. Sin “poner la paja en el ojo ajeno” uno de los dueños de la marca “Vieja Estación” realizó un mea culpa sobre su sector, en pos de querer mejorar desde el lugar donde le toca para una Necochea diferente. “Hay que crear una escuela de gastronomía, empezar a educar, no solo para lo que es cocina, sino también para lo que es la atención al público, ya que terminamos de poner al frente de nuestros negocios a gente que viene hacer la temporada, que no es idónea, y que por culpa nuestra, no las educamos”
Más allá de que la mejora en el servicio es fundamental a la hora de pensar en la comodidad del cliente, que la pase muy bien, vuelva y recomiende el lugar, para uno de los empresarios más reconocidos de la ciudad, “si nosotros mejoramos el nivel, también mejora el servicio de manera integral, ya que de esa forma podemos cobrar bien lo que estamos ofreciendo, o sea que valga la pena lo que estamos facturando”.
En una reciente entrevista en Ecos Radio, en el programa “Desde Temprano”, Cambareri planteó que en la parte de cocina/comida Necochea es una ciudad que funciona de espalda al mar. “El necochense es muy de la carne, pero viene un porteño y muere por un buen pescado, unas rabas, un plato de mariscos. Hace poco tiempo, vino un conocido chef peruano, Mitsuharu Tsumura, Top 5 del Mundo, y estuvo acá en Quequén, donde teníamos que hacer un plato con salmón y le dimos el rosado chileno. La anécdota es que fuimos a la pescadería de “Roquito” (Santa Cecilia de Roque Bruno) y nos muestra el salmón blanco, o mal llamado falso salmón, y entonces Mitsuharu nos dice por qué comprábamos el pescado chileno o de criadero de allá, cuando acá teníamos esto que era espectacular”, dejando en claro que en nuestras costas hay muy buen material. A veces las opiniones de los foráneos son las que nos terminan de abrir los ojos. “Cuando viene el turista, la gente de afuera, viene a comer langostinos, rabas, frutos de mar”, explicó quien en el último año se han convertido, junto a sus socios, en referentes de la gastronomía necochense.
La estética, una cuestión fundamental
Más allá de pensar en grandes obras o en millonarias inversiones, a veces, ciertos retoques ayudan a que una ciudad muestre signos, señales, sentimientos, y esto se puede lograr con pocos pesos y con mucha voluntad. “Mecha” Lubrano es una de las tantas mujeres con empuje que hay en la ciudad, dedicada a la actividad turística con su “cabañas del río Quequén” ha sido impulsora de que existe otra alternativa para el que viene a descansar. Para quién es una de las referentes de la Cámara de mujeres emprendedoras de la ciudad es de suma importancia los espacios públicos, arrancando con lo primero que se encuentra el turista cuando llega tanto por Necochea, como por Quequén. “Haría en la entrada de la ruta 228, algo llamativo, como una especie de cascada con dos leones así el que viene del lado de Bahía Blanca, le de curiosidad y entre a nuestra ciudad. Lo mismo con los accesos a Quequén, donde se debería poner publicidad con bancos, del gobierno de la Provincia y privados, para embellecer e iluminar todo un sector que es muy oscuro, cuando venís desde Mar del Plata. Hay que pensar en una entrada a la ciudad, desde Quequén con un embellecimiento total con flores, con plantas que sean bien bonitas”, dijo la mujer que siempre piensa en positivo, y a la que todo se le puede encontrar una vuelta.
Otra de sus visiones pasa por el frente costero, por esa dicha que tenemos en la ciudad de poder tener una de las mejores playas del país con un mar increíble. Por eso “Mecha” cree importante que se debe pensar en el estímulo visual de quien llega. “Por el lado de la avenida 2 tenemos un problema y es que en muy pocos lugares se ve el mar, hay que limpiar la zona de médanos porque sí no ¿Para qué te sirve tener una costanera y no ver semejante espectáculo como es el mar?
Lo estético muchas veces está asociado a tener que gastar o invertir plata, pero en otros casos, como es el de Mercedes Lubrano, existen otras herramientas como es el orden, por eso argumentó que en la zona del parque Miguel Lillo lo que falta es justamente un reacomodamiento. “La venta ambulante sobre las veredas tampoco va, hay que despejar eso, al igual que en la rambla, darle mayor comodidad a la gente para que pueda sentarse, contemplar nuestras bellezas. Hay que mejorar la estética. En la zona del parque Miguel Lillo también sería cuidadoso de la estética, porque creo que no se han hecho bien las cosas, a mi criterio, sobre todo delante de la zona del museo. Yo las hubieses distribuido alrededor del anfiteatro, generando un paseo dentro de nuestro parque, bien iluminado, con baños y que además se puedan ofrecer números artísticos para que justamente incentive mucho más a que las personas recorran el lugar”.
Existe además para quien lleva adelante el precioso complejo cabañas y camping a la vera del río Quequén y calle 22, un tema urgente a resolver, que quizás sea difícil, pero no por ello no debe tomarse una real decisión. “El casino es el punto negro que hoy tenemos, que cuando pasas te dan ganas de llorar. Hay que avanzar sobre él, derribarlo y transformarlo en un espacio grande verde, ya que cuando haya cambiado y se vea bonito, bueno ahí quizás aparezcan interesados en comprar esos lotes ¿Así cómo está quién lo va a querer comprar? Para mi estaría muy bueno que se pudiese hacer un mega hotel con un montón de servicios, pero que algo quede claro: Al casino no lo podemos perder”.
A pesar de todas estas cosas para corregir, “Mecha” es una amante de su ciudad y en cada oportunidad que tiene se calza la ropa de embajadora de la ciudad, por eso que siempre manifestó que “mi ciudad es la mejor, pero sí le ponemos un toque de color es de 10”.///
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