Optimismo para recuperar un edificio y generar un nuevo espacio
Esta semana que pasó el municipio anunció la construcción de la sede de la Dirección de Cultura en el predio de la Escuela municipal de Artes, es decir, donde funcionó la estación de ferrocarril de Necochea.
Se trata de la primera etapa de una obra, que pretende recuperar el viejo edificio y ofrecer nuevos espacios acordes a los tiempos que corren. Entre otras nuevas promesas, figuran -además de la refacción de las instalaciones- un paseo escultórico, un autocine y una plaza seca, por nombrar solo algunas ideas que figuran en el proyecto. Estos espacios se sumarían a la escultura de la mujer y al anfiteatro natural que se hicieron oportunamente en un sector del predio.
Lo primero que hay que decir es que la recuperación del predio, ubicado en inmediaciones de 62 y 47, con los galpones incluidos, se prometió en varias oportunidades y en distintas gestiones municipales. Tal es así que hasta se le cambió el nombre al lugar, que empezó a denominarse Centro Cultural Municipal, con el fin de crear un polo cultural.
Sin embargo, pese a las decenas de ideas y anuncios que han circulado en los últimos 15 años, nada se concretó y mucho menos se modernizó el viejo edificio. A lo sumo, se hicieron algunos arreglos de techos, pintura general, electricidad y no mucho más. Sólo algunos remiendos para que el edificio siga operativo.
No obstante, el mantenimiento siempre ha sido escaso, como sucede siempre con los edificios públicos y, como ejemplos, podemos mencionar el casino, el centro cívico, la terminal de ómnibus, los juzgados y hasta la estación de ferrocarril de Quequén y sigue la lista. En su momento, en un costado de la Escuela de Artes, en el terreno sobre 47 y 60, uno de los establecimientos de enseñanza técnica diseñó un anfiteatro natural que ciertamente se cuida poco y cada tanto está lleno de pastos. Lo mismo ocurre con la escultura natural de lo que quiso ser de una mujer que, en más de una oportunidad, está cubierta de yuyos y pierde la supuesta forma femenina.
Ni hablar del edificio en sí, donde hace unos años debió suspenderse la actividad educativa porque se produjeron problemas eléctricos graves y el personal denunció que había paredes que estaban electrificadas.
Reciclar un edificio antiguo puede ser muy interesante, tanto por lo que simboliza históricamente como por el resultado final que se puede lograr, si se concreta una buena idea con materiales modernos. Pero mientras no se haga nada, el lugar se va a seguir deteriorando porque con arreglos menores no se recupera un inmueble de estas características y con tanta de antigüedad.
Es de esperar que se hagan las obras previstas y que se vuelva a impulsar ese lugar que, si no fuera por la Escuela de Artes, estaría abandonado. Incluso, de hacerse las mejoras, se revitalizaría el establecimiento educativo, que tiene movimiento propio, pero que podría tener mucho más si se amplía el paseo.///