“Me siento más aplomado para las manejar situaciones”
Afianzado en la elite del fútbol nacional, el entrenador Emanuel Russo Bernagozzi prepara el regreso a la competencia con el cuerpo técnico de Patronato de Paraná en la Liga Profesional
Afianzado en la elite del fútbol nacional, el entrenador Emanuel Russo Bernagozzi retomó su trabajo en el cuerpo técnico de Patronato de Paraná que lidera en DT Iván Delfino. Transitando la tercera semana de la pretemporada con vistas al regreso a la competencia en la Liga Profesional, debe cumplir en varios frentes, estando atento tanto a la puesta a punto en lo físico y a su fundamental aporte en videos y carpetas estadísticas para contribuir como analista táctico: “Además del trabajo de campo del día a día, estamos viendo jugadores para reforzar el plantel, recibimos montón de videos de jugadores que se van acercando. Aunque la planificación del arranque del torneo es para después de la Copa América, estamos también viendo para ir adelantando porque tenemos la Copa Argentina, aun sin fecha”.
La responsabilidad de estar trabajando en el máximo nivel, reconoció por el momento no lo afecta: “Fue todo tan rápido que por ahí no tenés tiempo de frenar y ponerte a pensar. Ese stress del día a día te mantiene activo y con la cabeza procesando para que no se escape ningún detalle. Pero después somos humanos y quizás te pueda pasar. Sin dudas hoy me siento más aplomado para manejar las situaciones, aunque tengo que seguir aprendiendo”, apuntó quien tras formarse como entrenador en nuestra ciudad, fue dando siempre pasos positivos en su carrera. En Necochea fue campeón con el Club Mataderos en la Liga Necochea en 2013, como ayudante de campo de José Fermín, y luego conductor de la Selección Sub-17. En 2018 dio el salto sumándose al trabajo formativo en la Unión de Sunchales y en 2019, su formación en análisis táctico y estadístico, le abrió las puertas de Sarmiento de Junín, recomendado por Delfino, a quien luego acompañó en esta etapa en Patronato, en la Liga Profesional, desde fines del año pasado.
“Tuve suerte de que desde que entrené con chicos en la escuelita, siempre fui aprendiendo. Trabajé con juveniles que están en una etapa de formación y que se les cruzan muchas cosas en el camino y uno tiene que tratar de tener esa consideración. Después te vas asentando trabajando en la Primera de la Liga, van agilizando la cabeza porque nunca está todo organizado y tenés el imponderable de cambiar las cosas sobre la marcha. Eso te va formando para después afrontar el Federal A o en el Nacional B e ir creciendo”, analizó.
Cambiar
Sobre este semestre de trabajo en Patronato, buscó una mirada positiva apuntando que “logramos sacarlo de perdedor en las últimas fechas que nos tocó tomar el equipo completando el torneo anterior. Y en este último torneo, si bien creo que hubiésemos merecido algo más, estuvimos siete fechas sin poder ganar y lo revertimos, pudiendo sacarle esa ansiedad a los jugadores. Nos costaba llevar adelante los partidos cuando nos hacían un gol. Creo que el grupo se siente más aplomado, hemos mejorado como equipo. Ahora en lo que viene buscaremos afianzar todo eso y darle un salto de calidad con los refuerzos”.
El mercado
En la búsqueda de refuerzos en el mercado de pases, comentó que apuntan a “un volante para que juegue detrás del “9” o delante del doble “5”, con esa dinámica. También tenemos que empezar a mirar defensores porque está la posibilidad que se vaya alguno o también quizás recuperar algún otro puesto. Acá en Patronato cuesta traer jugadores y cuando viene y hace un torneo aceptable, siempre aparecen ofertas tentadoras de otros equipos de Primera o incluso de otros países y es difícil competir con el mercado internacional en dólares”.
Descenso
Aunque recién el descenso volvería en 2022, sumar para no sufrir con los números son parte de los objetivos de este año. “Quizás no los sentís en el día a día, pero sabíamos que el semestre que pasó contaba y este año mucho más. Además no sabés cuántos equipos van a descender, quizás estás afuera de los últimos cuatro y quizás te dicen que descienden ocho, nunca se sabe, así que te tenés que preparar para lo peor”, apuntó Russo.
La vorágine del trabajo no le impide disfrutar de su familia y de la ciudad: “Paraná es una ciudad hermosa, grande pero tranquila. La gente es muy amable y tiene una costanera hermosa que cada vez que nos queda un rato para salir la podemos disfrutar. Nos tomamos todos estos cambios como familia, tener la posibilidad de conocer lugares gracias al fútbol y poder compartirlo es mejor aún.