La importancia de detectar la dislexia a tiempo y el rol de la familia para una mejor calidad de vida
Los signos que pueden presentar los niños y niñas a temprana edad, en las primeras infancias, la ayuda de las maestras, docentes, psicopedagogos y la rápida consulta a un neurólogo infantil, será fundamental para ellos.
Para meternos en el tema hay que definir a la dislexia, que es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad de una persona para leer, escribir y procesar el lenguaje de manera eficiente. Se caracteriza por dificultades en la decodificación de palabras, la fluidez en la lectura y la ortografía. Las personas con esta problemática pueden experimentar complicaciones para asociar letras con sonidos, reconocer palabras a la vista y comprender el significado de lo que leen. Esto puede llegar a perjudicar su rendimiento en su formación académica y autoestima.
Esta discapacidad no está relacionada con la inteligencia, sino en cómo el cerebro procesa el lenguaje escrito. Se cree que la dislexia es causada por diferencias en la estructura y función del cerebro, así como factores genéticos y ambientales. Sin embargo, con el apoyo adecuado, las personas con dislexia pueden aprender estrategias para compensar sus dificultades y alcanzar su potencial educativo y profesional. La temprana detección de esta enfermedad ayuda a que ellas puedan mejorar su calidad de vida.
Cecilia González, quien es psicopedagoga, hace hincapié en que hay un déficit cognitivo, al explicar que “cuando hacemos referencia a ciertas funciones cognitivas estas funciones son: Visomotora, memoria, atención, comprensión y el procesamiento secuencial, peor hay muchas cosas involucradas, como el procesamiento simultáneo, la conciencia silábica y la conciencia fonológica”. Para esta profesional, que una niña o niño tenga dislexia puede que lea sin disfluencia, sin esos cortes que se hacen, aparentemente sin ninguna dificultad, pero dónde está afectado es en la comprensión. Ellos pueden leer bien y a su vez no están entendiendo lo que están leyendo.
¿Cómo darse cuenta?
“El niño siempre va a presentar signos, aún desde el jardín, ya que por lo general se trabaja todo a partir del juego en esta etapa. Posiblemente él se encuentre afectado por las nociones espaciales, como por ejemplo que le digan a la derecha y salga para la izquierda, que en vez de subir baje, que lo haga al revés. Esto se va a dar en el juego”, explicó la licenciada en pedagogía, y dio su experiencia vivida como docente: “Cuando recién comencé, en el cual estuve durante 15 años, a mí me pasaba que no entendía por qué algunos niños les costaba muchísimo aprender, entonces eso fue lo que a mí me llevó a estudiar psicopedagogía. Me di cuenta que al estudiar esta carrera tenía otras herramientas que los docentes no la tienen, y mucho menos las maestras de jardín, porque están abocadas a la enseñanza a través de todo lo que es lúdico, todo lo que es juego y ahí sí se van notando esas nociones. Por eso cuando sos docente no estás capacitada para diagnosticar”.
Una cuestión importante para saber es que por lo general se espera un tiempo prudencial para con el niño o la niña para dar un diagnóstico definitivo. “Cuando está en segundo grado, que ya haya adquirido o no haya podido adquirir las nociones de todo lo que tenga que ver con el proceso de lecto - escritura. En el jardín también va a haber un retraso en el lenguaje, en las producciones tardías del lenguaje y articular con dificultades el habla. Por ahí, también, se va a olvidar los nombres de los compañeritos o va a mirar y no va a saber cómo se llama el objeto, por más que él sepa”, describió Cecilia.
Las fallas en el habla se suelen notar en el ritmo y la velocidad, en el aprendizaje de la escritura y todo lo que tiene que ver con el desempeño ejecutivo escolar. Hay una imposibilidad, dónde les va a costar la expresión y la comprensión escrita, pero más que nada no entender la orden del docente, un mandato, o que por ahí confundan los colores. Esta situación podría estar en el jardín, pero se puede evaluar, como se dijo anteriormente recién en la etapa escolar, una vez superado el primer año, así se le da un tiempo en el aprendizaje, Más allá de eso se lo puede derivar, desde la institución educativa, algún psicopedagogo cuando se vean signos, que es lo que habitualmente se realiza.
Tipos de dislexia
Existen varios tipos de dislexia, que pueden manifestarse de diferentes maneras en función de las áreas específicas del procesamiento del lenguaje que están afectadas. Algunos de los tipos más comunes de dislexia incluyen:
1. Dislexia fonológica: Hay dificultades para asociar letras con los sonidos que representan. Las personas pueden tener problemas para reconocer los sonidos individuales en las palabras y para comprender cómo se combinan estos para formar palabras.
2. Dislexia superficial o visual: Acá se centran en reconocer palabras a la vista. Las personas pueden tener dificultades para reconocer palabras comunes sin tener que sondearlas fonéticamente.
3. Dislexia mixta: Este tipo de dislexia involucra una combinación de dificultades fonológicas y visuales. Las personas pueden tener problemas tanto con la decodificación fonética como con el reconocimiento visual de palabras.
4. Dislexia auditiva: Se enfocan en procesar y comprender el lenguaje oral; pueden tener problemas para entender instrucciones verbales o para recordar secuencias de palabras habladas.
5. Dislexia de procesamiento lento: En este tipo de dislexia, el procesamiento del lenguaje es más lento de lo normal, pudiendo tener dificultades para procesar la información escrita o para seguir el ritmo de la lectura.
Es importante destacar que estos tipos de dislexia pueden superponerse y que cada persona con dislexia puede experimentar síntomas diferentes. Además existen otras dificultades de aprendizaje, como la discalculia o la disgrafía, que pueden coexistir con la dislexia.
Sobre este último párrafo, Cecilia González contó cómo se trabaja con un chico que padece este tipo de trastorno. En un examen le tienen que dar la posibilidad de poder hacerlo en tres etapas, para no sobrecargarlo. “En un examen de matemáticas se rinde en dos o tres etapas, por temas, entonces al niño no lo sobrecargas con tanto a la vez, porque por lo general el que tiene dislexia, también va aparentado de un problema en la comprensión y se les va a dificultar también en el área de los números. A esto se lo conoce como discalculia”.
¿Qué profesional detecta una dislexia? ¿Es hereditario?
Más allá de que algunos signos puedan ser detectados en la primera infancia , a través de las maestras, familiares o incluso en su derivación a una psicopedagoga, lo cierto es que no es ésta profesional la encargada de hacerlo. “La dislexia no lo detecta la psicopedagoga, tampoco puede diagnosticar, lo que sí podría lograr es inferir que el niño tiene ese tipo de dificultades, pero el que detecta y el que va a dar el diagnóstico es el médico neurólogo. Es por eso que hasta que los papás consiguen un médico neurólogo infantil se tarda mucho en dar el diagnóstico y por ahí, incluso, no coincide el diagnóstico de éste último con el del psicopedagogo/a”, aclaró la profesional.
A nivel mundial uno de cada cuatro personas suele tener dislexia, son muy pocos los que tienen un diagnóstico, porque antes no se conocía mucho del tema y no se diagnosticaba tanto como ahora. Hay gente que no lo sabe, adultos que nunca lo supieron y de repente tienen un hijo y ahí se dieron cuenta que él tiene las mismas dificultades que él o ella. Sí bien es un trastorno en el neurodesarrollo, también alguien en la familia lo tiene y se ve afectado por ese trastorno, o estuvo afectado, sin diagnóstico.
Algo importantísimo es que la familia tiene que acompañar en todo sentido, porque por lo general el nene tiene dificultades en el aprendizaje, le afecta a la autoestima y le acarrea un problema emocional, con un elevado nivel de ansiedad por no poder lograr lo que los compañeros sí, y ahí empieza la frustración.
En el caso de que sea detectado, en la escuela se respeta las orientaciones que manda el psicopedagogo. La maestra se tiene que poner en conjunto con todos los demás profesores que el niño tenga, en cómo se va a abordar el caso, tal como lo marca la ley 23.706, en su artículo 6°.///
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