¿La definición más larga del mundo?
Por Ignacio Augusto - Redacción
“El fútbol tiene la significancia de
una gran guerra sin muertos, pero
con conflicto. Con drama, reflexión
e ironía. Y amalgama a la familia,
cosa que no consigue la política”.
Osvaldo Soriano, autor del cuento “El Penal Más Largo Del Mundo”
En su libro “Arqueros, ilusionistas y goleadores”, el escritor argentino Osvaldo Soriano, escribió el cuento “El Penal Más Largo Del Mundo”, el cual se dio en 1958, en un partido regional de Río Negro, entre Estrella y Belgrano. Cuando el encuentro se terminaba, hubo penal para Belgrano y se generó una batalla campal que interrumpió el partido y el remate se dio una semana más tarde.
Una vez reanudado el partido, el penal se ejecuta finalmente y el arquero logra desviarlo al tiro de esquina. Distraído por los festejos y su imaginación de sentirse un héroe para su club, Estrella; no observa que Belgrano realiza rápido el córner y quien había fallado el penal, convierte de cabeza el gol que le da a Belgrano el título del Torneo Regional.
Soriano cuenta que El Gato Díaz, el arquero en cuestión, al otro día colgó los botines y desapareció el pueblo de Río Negro y que tres días más tarde lo encontraron muerto. “Dijeron que se había matado porque no pudo soportar la humillación de la derrota. Solamente unos pocos supieron la verdad: se había matado por amor”, finaliza la historia.
Pero como la verdad, en ciertas ocasiones, suele superar a la ficción, existe una historia verídica del penal más largo del mundo: El 5 de abril de 2003, Atlanta tuvo un penal a favor frente a Cambaceres que Lucas Ferreiro convirtió... ¡24 días después!, luego de una pelea entre los jugadores y la decisión adoptada por la Asociación del Fútbol Argentino.
En las últimas horas, se conoció un fallo de la Asociación del Fútbol Argentina (AFA), haciendo lugar a una apelación planteada por el Club Atlético Rivadavia que podría generar una situación similar e inédita para el fútbol necochense.
El 14 de enero pasado, Rivadavia recibió a Villa Díaz Vélez en el segundo encuentro de la final del fútbol local. Promediando los 30 minutos del primero tiempo, uno de los escalones de cemento de la tribuna colmada por hinchas visitantes se rompió y varias personas cayeron al suelo.
Si bien no hubo heridos de gravedad, al finalizar el primer tiempo se decidió que el partido no continuara y todo pasó al escritorio de la Liga Necochea de Fútbol y el Tribunal de Penas.
Luego de varios días de especulaciones y versiones de ambos sectores (Rivadavia y Villa Díaz Vélez), el Tribunal dictaminó una dura pena para el equipo local: el partido seguiría en otra cancha (fue la de Mataderos); una multa por el valor de 300 entradas generales por 3 fechas, la clausura de la cancha en los próximos 3 partidos que deba disputar el Club Rivadavia en condición de local y la quita de seis puntos para el próximo torneo.
Una semana más tarde, el 21 de enero pasado, Villa Díaz Vélez se consagró campeón por primera vez en su corta historia del fútbol local, tras igualar en un tanto y ganar en la tanda de penales.
Controles y habilitaciones
Sin embargo, para Rivadavia el torneo no finalizó allí. A su entender, aquel fallo del Tribunal de Penas local no fue “justo” y por eso presentó una apelación ante la AFA.
Está claro que Rivadavia es responsable de lo ocurrido en la final, ya que lo que sucedió fue dentro de su estadio y, si bien no hubo que lamentar heridos de gravedad, pudo haber sido mucho peor para todos.
Pero el fallo enviado por la AFA plantea algunas inconsistencias por parte de la Liga Necochea de Fútbol y el Tribunal de Penas.
En tal sentido, considera que lo ocurrido fue “un caso fortuito”, el cual “existe cuando el suceso que impide el cumplimiento de la obligación no era previsible usando de una diligencia normal, pero de haberse podido evitar, se habría evitado. La diligencia normal es la de obtener las habilitaciones previas pertinentes, donde ninguno de los habilitantes (Municipalidad de Necochea, A.Pre. Vi.De, y liga Necochea de Futbol) advirtieron anormalidad alguna”.
“El club –sigue el escrito- sometió sus instalaciones a los controles pertinentes, por lo que su conducta no puede catalogarse de inmoral, reprobable o de indisciplina. Este agravio cierra el círculo de falta de tipo dado que no sería de aplicación, también, el artículo 287 del reglamento de Transgresiones y penas de la AFA”.
Queda claro, de esta manera, que fue la Municipalidad de Necochea, a través del área de Gobierno, y la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (A.Pre.Vi.De), además de otros organismos como pueden ser Bomberos y Policía, quienes le otorgaron a Rivadavia la aprobación para que disputara todo el torneo en el Estadio Panamericano.
Esto abre una incógnita tras lo resuelto por la casa madre del fútbol argentino.
¿Por qué? Es que el fallo, al que tuvo acceso Ecos Diarios, dictaminó que corresponde “hacer lugar al “Recurso de Apelación” elevado por el Club Atlético Rivadavia, contra la resolución dictada en fecha 17 de enero del año 2024 por el Tribunal de Penas de la citada liga”. Esto significa que revoca la multa, la clausura y la deducción de puntos impuesta por la Liga Necochea de Fútbol.
Pero no sólo eso, sino que desde el club decano necochense se estima que esto da lugar a otra cuestión aún más difícil de resolver: volver a jugar el segundo tiempo, pero esta vez en su estadio y con público de ambas parcialidades.
“Nosotros estamos estudiando en el club las consecuencias que puede tener esto. Tanto para la Liga y también las consecuencias para la resolución del campeonato. Porque la segunda parte de la final se jugó a partir de esta sentencia”, aseguró ayer el abogado del club, Mariano Duffau, y agregó que “le abre al club las puertas para muchos reclamos, de índole patrimonial, económico y deportivo. Así que estamos estudiando con la comisión directiva los pasos a seguir”.
Como contábamos al comienzo de nuestra página, la realidad suele superar a la ficción. ¿Será Necochea nuevamente noticia, esta vez por la definición más larga del mundo?
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