La odisea de una de las postales de la ciudad
Hace 42 años comenzaba, el 2 de diciembre de 1981, el Pesuarsa II salió de Puerto Quequén a pescar. Volvería 19 días después, cuando comenzó un conflicto gremial que llevaría al buque a una larga agonía y un triste final
La odisea del Pesuarsa II y su tripulación comenzó el 9 de noviembre de 1981, cuando la dotación, compuesta de 30 hombres, se embarcó en Puerto Madryn, rumbo a Quequén, para completar el personal (en total llegaron a trabajar en el buque 56 hombres) y realizar tareas de pesca.
La empresa propietaria del barco de bandera argentina Pesuarsa S.A. , con domicilio legal en Viamonte 2148, piso 3º, de Capital Federal, había tenido en ese puerto sureño problemas con la dotación anterior, compuesta en su mayoría por españoles.
En esa oportunidad y luego de varias alternativas, en que medió una “toma” del buque por parte de su tripulación, la empresa abonó los haberes y la situación quedó solucionada.
El buque llegó a Puerto Quequén el 21 de noviembre de 1981 y el 2 de diciembre salió al mar a pescar.
Luego de permanecer en alta mar durante 19 días, regresó a puerto el 21 de diciembre, con 140 toneladas de pescado. Poco después el pescado fue descargado y el 23 de diciembre cada tripulante recibió un anticipo de 2.500.000 de pesos. Un día más tarde, el capitán y oficiales del barco desaparecieron.
Con el paso de los días y no encontrarse presente ninguna autoridad de la empresa que tomara a su cargo la responsabilidad de la embarcación, con la consiguiente obligación de pagar sueldos, ordenar tareas de mantenimiento, de reparación, etc.; la tripulación comenzó a inquietarse, sobre todo, teniendo en cuenta que las provisiones se iban agotando y no había ni soluciones ni responsables a la vista.
El 21 de enero de 1982, luego de que la situación de los pescadores se hiciera pública a través de una nota en Ecos Diarios, algunos de los tripulantes se acercaban a la redacción del matutino para dar a conocer su preocupación por la falta de respuestas.
“Estamos desesperados, nadie se hacer responsable y si el clima sigue así, no sería extraño que el barco naufrague o se queme, hace mucha agua y sus máquinas recalientan. Todavía se conserva gracias a que seguimos realizando las tareas de mantenimiento, aún las que no nos corresponden”, manifestaban los pescadores.
El 22 de enero la agencia de noticias Télam informaba que se habían pagado la totalidad de los haberes a partir del arribo a Necochea de uno de los titulares de la empresa armadora.
Abandonado
El Pesuarsa II era un barco pesquero congelador de casco de acero que había sido construido en España y botado en 1973 bajo el nombre de TUI.
Luego del incidente con la tripulación, en 1982, el buque volvió a ser noticia en junio de 1996. Para esa fecha se encontraba amarrado en el giro 11 del puerto local, sobre la margen Necochea, a disposición de la Justicia. Desde el 27 de junio de 1987 se hallaba inactivo y sin tripulantes.
Según el artículo publicado el 11 de junio de 1996 por Ecos Diarios, el Pesuarsa II “tenía prohibición de navegar por determinación de la Administración General de Aduanas”.
La nota agregaba que la embarcación se hallaba junto al muelle en el mencionado sector y había sufrido una seria avería en su casco.
Personal de Prefectura había advertido el inconveniente en horas de la mañana, pero no pudo realizar ninguna maniobra para superar el problema y el buque quedó semicubierto por el agua.
Junto al Pesuarsa II se encontraban amarradas otras naves interdictas: Knossos, Pesquera I y IV. Todas debieron ser trasladadas a otros sectores del puerto.
Si bien los costos de reflotar el buque hacían pensar que esa maniobra no podría realizarse y lo más adecuado sería el desguace del buque en el lugar donde se había hundido, en enero de 1998 la empresa de Salvamento y Buceo de Raúl Negro logró poner nuevamente a flote a la nave.
Posteriormente, en 2000, el Pesuarsa II fue remolcado y varado en Punta Carballido, culminando así su accidentado derrotero. Por un tiempo, fue una de las más tradicionales postales de nuestras playas, pero luego el mar finalmente se lo devoró.///
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